La fundación de la biblioteca de la primera Universidad santafesina, la creada por el progresista gobernador Dr. José Gálvez en 1889 que comenzó a funcionar el 30 de abril de 1890, fue un hecho modestísimo.
A poco de instalada la casa de altos estudios
“... sus autoridades advirtieron la necesidad de crear un centro de información bibliográfica para alumnos y profesores. La iniciativa, por carencia de recursos, debió aplazarse, sin embargo, por algunos años”[1]
Pero, la idea no se descartó y en la sesión del consejo universitario del 03 de junio de 1895, bajo el decanato del Dr. José Galiano, por indicación del doctor Siburu, se decidió la constitución de una Comisión que, presidida por el Dr. Zenón Martínez, estudiara el asunto.
En otra tenida similar a la anterior, la del 15 de mayo de 1896, se autorizó al Rector a adquirir los muebles y “las obras más indispensables de consulta” Así nació la “Biblioteca Pública Pública de la Universidad”. [2]
Los primeros libros extranjeros de derecho, se seleccionaron de un catálogo d’ouvrages d’ocasión de una casa del ramo de París y fueron adquiridos por el propio rector en la librería Simian de Córdoba.
Tiempo después, de la sucursal de esta librería, recién abierta en Rosario, el Rector Martínez obtuvo el compromiso de la provisión de todas las obras que se solicitaran, sin límite de crédito, sin plazo de pago y al precio establecido en los catálogos extranjeros. Por entonces la biblioteca no contaba con presupuesto para esas compras, razón por la cual el consejo universitario autorizó la inversión de los derechos arancelarios para tal fin.
El 1° de abril de 1897, por decreto del Poder Ejecutivo, se creó el cargo de bibliotecario, tarea que se le encomendó al bedel Pedro Neri y que desempeñó hasta el 7 de noviembre de 1901, en que fue reemplazado de acuerdo con el decreto de esa fecha firmado por el Gobernador J. Bernardo Iturraspe, por el entonces estudiante de derecho y futuro Hugo Wast, el joven Gustavo Martínez Zuviría, con un sueldo de $ 50 mensuales.
El futuro autor de Alegre, Flor de durazno y otras inolvidables novelas se desempeñó en el cargo hasta el 13 de julio de 1904 en que es reemplazado por Eudocio Cullen que se desempeñará como Bibliotecario hasta la nacionalización de la Universidad, en 1920.
Tanto Neri, como Martínez Zuviría y Giménez se preocuparon por mejorar y ampliar el servicio bibliotecario. Así, lograron que las autoridades apoyaran el objetivo y, ejemplo de ello es el presupuesto de 1911 en el cual a la biblioteca se le asignó una partida de $ 8.000,00, suma extraordinaria, casi el doble de lo que se asignó hasta 1939 y superlativa si se la compara con los $ 350 que mensualmente cobraba el rector.
En 1905, la biblioteca poseía alrededor de 1.000 obras y 3.400 volúmenes y 10 años después, en 1915, esos guarismos ascendieron a 2.035 y 5.502 respectivamente, lo que evidencia que la universidad entendía aquel concepto de que la biblioteca es quien tiene que asegurar a la comunidad educativa la información que se publica a escala mundial.[3]
En la memoria de 1914, el rector Zenón Martínez informó al Ministro de Instrucción Pública de la provincia que
“... la biblioteca cuenta con 5.247 obras encuadernadas y más de 3.000 folletos. Esta biblioteca es pública y permanece abierta diariamente de tarde y noche. Se consultaron durante el año 2.350 obras, siendo 1.163 el número de asistentes”[4]
A su vez, el doctor Elías F. Guastavino, en la memoria de 1917 gestionó un subsidio especial para fomento y progreso de la biblioteca:
“... la biblioteca de la facultad, con los limitados recursos que cuenta, no ha podido adquirir durante el año sino un reducido número de obras. Como las entradas de la universidad no permiten mayores erogaciones en ese sentido, considero que sería del caso gestionar de los poderes públicos la concesión de una partida extraordinaria que permitiera dar a la bibliotecas el desenvolvimiento debido.”[5]
Continuadora de la Universidad Provincial de Santa Fe, es, desde la ley N° 10.861 del 17 de octubre de 1919 promulgada por él por entonces Presidente de la Nación Dr. Hipólito Irigoyen de acuerdo con el proyecto del diputado nacional por Santa Fe, Dr. Jorge R. Rodríguez, la UNIVERSIDAD NACIONAL DEL LITORAL, con sede en Santa Fe de la Vera Cruz y facultades en Rosario, Paraná, Corrientes.
Según su página en Internet
"La Red de Bibliotecas de la UNL está conformada por las bibliotecas de todas las Facultades, Institutos, Escuelas Superiores y de Enseñanza Media y por la Biblioteca Pública y Popular “Dr. José Gálvez”. En algunos casos existen bibliotecas centralizadas, que son compartidas por más de una institución, lo que posibilita el acceso a un fondo bibliográfico más vasto".[6]
Las bibliotecas que conforman la Red son:
Biblioteca Centralizada de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, de la Facultad de Humanidades y Ciencias y del Instituto Superior de Música
Biblioteca Centralizada de la Facultad de Bioquímica y Ciencias Biológicas, Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas, Escuela Superior de Sanidad y Facultad de Ciencias Médicas
Biblioteca Centralizada de la Facultad de Ciencias Agrarias y Facultad de Ciencias Veterinarias
Biblioteca de la Facultad de Ciencias Económicas
Biblioteca de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
Biblioteca de la Escuela Industrial Superior
Biblioteca del Centro de Idiomas
Biblioteca Jardín la Ronda
Biblioteca Escuela Primaria
Biblioteca de la Escuela Secundaria UNL
Biblioteca de la Escuela de Agricultura, Granja y Ganadería
Fuentes:
[1] [2] Buonocore, Domingo. La biblioteca de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales. UNIVERSIDAD, (pp. 187-196), p. 187.
[3] Guidotti Villafañe, Eduardo (dir.): Ciudad de Santa Fe. EN SU: La provincia de Santa Fe en el primer centenario de la independencia argentina, 1816–9 de julio–1916. Buenos Aires, L.J. Rosso, 1916. p. 625.
[4] BUONOCORE, Domingo: La Biblioteca…, op. Cit., p. 189
[5] Ibidem, p. 190
[6] https://www.unl.edu.ar/academica/red-de-bibliotecas-de-la-unl/ (acc. 02/11/25)